LA LEY DE LA ATRACCION (EL SECRETO)

En el aeropuerto de Madrid, antes de coger el vuelo hacia Palma de Gran Canaria, busqué en una tienda una novela para entretenerme en las vacaciones que empezaban ese día.

Acababa de terminar la novela de Ken Follet “Un mundo sin fin”, que le iba al pelo el nombre porque tenía más de 1.200 páginas, pero que disfruté mucho leyéndola al tratarse de historia ficticia medieval, que me encanta.

Bueno, el caso es que allí en la tienda di vueltas y vueltas alrededor de cientos de libros y me entretuve especialmente en los que eran de argumentos medievales. No me decidía por ninguno, no había ninguno en especial que me gritara «¡Becquer, cógeme!». De repente me fijé en un librito pequeño que me llamó la atención por su portada original. Se llamaba “El secreto”. Leí la sinopsis y me gustó el tema de algo que comentaban sobre la ley de la atracción. Me acordé de un hombre que me impartió un curso de energía personal hacía más de 15 años. “El pensamiento es atractivo”, decía una y otra vez. ¿Será lo mismo? -me pregunté-, supongo que sí pero seguro que este libro me ensañará cosas nuevas.

El caso es que fue el libro que nos absorbió, tanto a mi mujer como a mí, durante las vacaciones, y que fue centro de muchas tertulias. Todo el libro gira sobre la ley de la atracción como una ley tan cierta, como por ejemplo la ley de la gravedad, según ellos.

“Somos creadores de nuestra vida”.

“Nuestros pensamientos son como potentes señales hacia el universo que se canalizan en realidades”.

La idea en sí siempre ha estado rondando alrededor de mí durante toda mi vida. Lo bonito de esta idea es que es válida siempre y cuando tu vida esté cargada de amor y de buenos sentimientos. De hecho, insisten en que un pensamiento en sí no tiene fuerza si no va acompañado de un gran sentimiento. Si no estamos llenos de amor la ley no funciona.

Palabras como gratitud ante la vida, deseos de amar a los demás y de compartir a todos los niveles, ya sea emocional o económico, me hacen darme cuenta que de alguna forma, siempre había creído en esta ley, pero que ahora estaba entrando en mi vida mucho más plausible, y por supuesto, con mucha más fuerza.

Busque en internet y pude encontrar incluso la pelicula, todo un descubrimiento que me abrió nuevas formas de pensar. Hacen mucho incapié en que cada día debes visualizar de forma positiva, de hecho encontré en  youtube las afirmaciones diarias del secreto.

Os aconsejo que compreis la pelicula, merece  la pena, aquí teneis el el trailer de «El secreto».

Pero ¿es fantasía o realidad? Yo creo que el poder del pensamiento en nuestro destino es muy grande. No es la primera vez que oigo que el optimismo y el buen humor inyectados a nuestra vida diaria, nos reporta felicidad, además de trabajar o hacer cualquier tarea, con mucha más eficacia.

¿Fantasía? Fantasía es que pensemos en abundancia: coches, viajes, mucho dinero… y que pensemos que lo vamos a atraer con el simple hecho de pensarlo. Como en el cuento de Aladín, “tus deseos son ordenes”. Por mucho que visualicemos y pensemos continuamente, yo no creo que se materialicen las cosas.

Pero si actuamos disponiendo de pensamientos positivos, y buscamos los caminos que nos puedan reportar esta abundancia que pedimos, si que creo que podemos ser capaces de recibir lo que pedimos.

Hay que actuar para atraer lo que deseemos.